Leyenda yaqui.
A orillas del Río Yaqui.En lo remoto de los tiempos, radicaba una tribu indígena entre cuyos componentes se encontraban un indio fuerte y valeroso, autor de hazañas inigualadas. El indio se llamaba Báa Bachi (Maíz de agua).Su prestancia varonil tenía enamorada a una bella india que adoraba al joven guerrero. El frenesí que unía a estos enamorados se enfriaba con frecuencia por la coquetería de la aborigen. Le gustaba dar celos a su amante y exigirle pruebas constantes de amor.
Un día en que los enamorados paseaban a orillas del río, la Chiriki - tal era el nombre de la india - arrojó al agua un brazalete de oro, exigiendo a Báa Bachi que lo rescatase. El indio obedeció su capricho y buscó la alhaja, confiado en sus dotes de nadador. Al cabo de algunas horas, Báa Bachi no volvió a la superficie y la desesperación y la tristeza se apoderó del ánimo de la Chiriki.
Empezó a creer que su coquetería había comprometido la vida del amante y, la idea de que pudiera haberlo perdido, la llenó de terror.
Arrepentida de su comportamiento consultó con el hechicero de la tribu, pidiéndole consejo. El resultado fue que la Chiriki se arrojó en el mismo sitio donde Báa Bachi se había sumergido, desapareciendo ella también. Al día siguiente, de madrugada, todos vieron surgir del fondo del río, en el lugar donde habían desaparecido los amantes, una flor extraña, completamente desconocida hasta aquel momento, a la que llamaron 'Juu Sewa Nakeo" (Flor del Amor).
Tradición yaqui
La segunda batalla fue un aguaje, y su resultado aún más funesto para las tribus, pues muchos murieron allí. El gran capitán, viendo la desventaja en que se hallaba su ejército, decidió pedir auxilio al famoso mago Chapulín Guóchimea. Los principales jefes estuvieron de acuerdo, y enviaron como emisario a la golondrina.
La golondrina cruzó extensas llanuras y altos montes, sin detenerse a descansar. Llegó al fin a donde estaba Guóchimea, y le dijo:
-El Gran Capitán te saluda reverente, y en nombre de las ocho tribus yaquis requiere tu ayuda para exterminar a la serpiente gigante anunciada hace tiempo por el árbol.
El mago aceptó y le pidió a la golondrina que llevara sin demora este mensaje al Gran Capitán.
-No bien partió la golondrina el mago se afiló los serruchos de las patas y se trepó a la cumbre de un cerro. Pronunció allí palabras misteriosas, y con un golpe de espolones dio un salto inmenso, cubriendo en minutos distancia que un hombre tardaría doce días en recorrer. Así en pocos saltos, pudo llegar al campamento antes que la golondrina. Estaban allí el Gran Capitán y sus principales guerreros: Penacho de Nieve, El Que Lleva la Vía Láctea por Penacho y otros. La tropa celebró con gran júbilo la venida de su salvador.
Cuando terminaron los festejos, dijo el mago Chapulín: -Júntenme ramas y hojas verdes.
Los hombres lo hicieron con rapidez. Entonces, les indicó que las machacaran para extraerles el jugo.
Cuando el mago vio el líquido verde en el cántaro, mandó:
Todos corrieron detrás de la cabeza. Cuando llegaron a su lado, ésta, en el fin de su agonía, dijo con voz cavernosa:
-Mi propósíto era reinar sobre las tribus de Sonora, pero como me derrotaron gracias a la ayuda del mago Chapulín les advierto que deben redoblar la vigilancia, pues pasando los vendrán del oriente y del sur unos hombres blancos con armas poderosas que vomitan fuego. Si quieren triunfar en esa lucha quítenles sus armas y combátanlos con ellas sin tregua De lo contrario todos serán esclavizados y perderán sus tierras.
El cuerpo de la serpiente quedó convertido en piedra.
La predicción se cumplió, ya que un tiempo después vinieron los blancos, y los yaquis, que habían estado siempre atentos, los combatieron sin descanso hasta vencerlos.
Malichi
(Canción infantil yaqui recopilada en Pótam, Sonora )
Traducción: El venadito
Venadito, venadito quiere salir,
¿qué le hace que salga?
Tiene tres puntas en sus cuernitos,
tiene res cuernitos e cada cuerno
y está jugando en el agua de las
flores
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